QUÉ ES
Es una enfermedad que afecta únicamente a las personas que sufren de diabetes. Los desequilibrios de azúcar producen alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina, que empiezan a crecer de forma anormal, producen sangrados y forman tracciones que pueden desprender la retina. Los riesgos de esta enfermedad aumentan con el tiempo de desarrollo de la diabetes: alrededor del 80% de las personas que llevan más de 15 años con diabetes presentan algún tipo de daño en los vasos de la retina. Si no se trata a tiempo o adecuadamente, la retinopatía diabética puede llevar a la ceguera.
SÍNTOMAS
Lamentablemente, la retinopatía diabética es una enfermedad insidiosa —que no presenta síntomas—, a veces hasta que es demasiado tarde. La única forma de determinar si una persona diabética padece retinopatía es a través de un examen de fondo de ojos realizado por un oftalmólogo. Por eso es muy importante el control periódico de las personas con esta patología.
CÓMO SE TRATA
El mejor tratamiento para la retinopatía es hacer lo posible por retrasar su desarrollo, con un estricto control del azúcar en la sangre. Cuando la retinopatía ya esté presente, el oftalmólogo puede decidir entre una de dos terapias: láser o vitrectomía. La elección dependerá de lo avanzada que se encuentre la afección.
El láser se utiliza cuando la retinopatía es descubierta en sus primeras etapas; desacelera el ritmo de pérdida de la visión y casi siempre logra controlar la enfermedad.
La vitrectomía se realiza en casos donde la retinopatía se encuentra en un estado muy avanzado o ya existe un desprendimiento de retina, en cuyo caso el láser no sería efectivo.
Edema Macular Diabético
Una complicación asociada a la retinopatía es el edema macular diabético, que afecta al área de visión central de la retina: la mácula. Además de un estricto control metabólico, el tratamiento habitual para esta patología es la inyección de antiangiogénicos (anti VEFG) en forma periódica.