Cuidarse del sol: los ojos también
Publicado: 6 Feb 2017
En verano pasamos mucho más tiempo al aire libre, y esto equivale a mucho más tiempo expuestos a la luz y la radiación ultravioleta. Así como protegemos nuestra piel del sol, no olvidemos proteger también nuestros ojos, que pueden sufrir daños a partir de esta interacción.
Por naturaleza, el ojo humano es resistente a los daños que puede provocarle la luz, pero la nutrición, la genética y la edad pueden hacernos vulnerables. “Así como no se nos ocurre ir a la playa sin proteger nuestra piel, tampoco deberíamos pensar en exponernos al sol sin proteger nuestros ojos”, señala el Dr. Tomás Castro Feijóo. “Maculopatía, cataratas y queratitis son algunas de las patologías que pueden detonarse con la exposición solar”.
Usar sombrero y anteojos de sol en verano reduce hasta en un 90% la incidencia de la radiación sobre los ojos. Sin embargo, el Consejo Argentino de Oftalmología advierte que los anteojos de sol que se pueden adquirir en la calle no sólo no protegen la vista, sino que pueden comprometer seriamente la salud visual, ya que aumentan el paso de la radiación a los ojos, causando afecciones en el globo ocular.
¿Cómo? Al ser oscuros pero no tener filtros de rayos ultravioletas, los lentes crean un efecto de cámara oscura que dilata la pupila y hace que penetre en el ojo más radiación, dañándolo y provocando problemas visuales. Aunque no tengan aumento, debemos adquirir los anteojos de sol en ópticas, donde están hechos con los filtros UV adecuados.
Para que protejan contra los tipos más dañinos de radiación ultravioleta, los lentes deben tener constancias de protección UVB y UVC entre 290-320 nm.
A tener en cuenta: ya que los rayos UV son filtrados en parte por la atmósfera, la radiación aumenta con la altura, y también con la cercanía al Ecuador. Es mejor evitar la exposición entre las 10 a.m. y las 2 p.m., momento en que los rayos solares UV son más fuertes, o protegerse usando sombrero y lentes con el filtro adecuado.
Es importante para los padres tomar conciencia de que si bien los rayos ultravioleta son perjudiciales para su salud ocular, lo son incluso más para los ojos infantiles, que son más vulnerables al no estar aún desarrollados completamente. Hasta el 98% de los niños nunca usa anteojos de sol, pero una buena protección desde la infancia puede prevenir patologías visuales en el futuro.