Cuidá tus ojos también en invierno
Publicado: 28 Jul 2017
Comienzan las vacaciones de invierno, y con ellas la perspectiva de tiempo al aire libre para unos, pistas de esquí para otros y largos ratos de pantallas para casi todos. Si bien en verano hay más horas diarias de luz y la intensidad de los rayos solares es más alta, en invierno es muy fácil sufrir una sobreexposición a los rayos UV, especialmente en zonas de alta montaña, nieve y vientos fuertes. La nieve refleja más del 80% de la luz solar y la radiación UV, que aumenta un 10% cada 1.000 metros de altura.
Una sobreexposición puede provocar quemaduras en las estructuras externas del ojo, una irritación intensa de la superficie de la córnea y de la conjuntiva, y pueden producirse pequeñas úlceras corneales. Además, el Consejo Argentino de Oftalmología advierte que tanto los vientos -especialmente los de altura- como las bajas temperaturas afectan la sensibilidad de los ojos.
Por esto es importante que en este invierno tengas en cuenta algunos datos.
Ojos secos
En un clima frío y más seco de lo normal, pasar el día en un ambiente con calefacción y escasa humedad acelera la evaporación de las lágrimas, provocando sequedad ocular. Si no cuidamos y protegemos los ojos, una lubricación deficiente puede traducirse en síntomas como visión borrosa, picazón, ardor, e incluso sensación de cuerpo extraño en el ojo. Para ayudar al ojo a hidratarse en invierno se aconseja ingerir más líquidos.
¡Parpadeá!
Es común parpadear poco cuando se tiene fija la atención, por ejemplo, al estar frente a la computadora u otras pantallas. El parpadeo actúa contra la sequedad ocular, por lo que parpadear con frecuencia puede ser más importante para tu salud ocular de lo que te imaginabas.
Anteojos de sol
¿Sabías que la radiación ultravioleta es acumulativa? Si no nos cuidamos, los efectos en la salud que no se ven hoy se verán en el futuro. La radiación daña la información en las células y puede detonar distintas patologías oculares, por lo que es importante que tus anteojos cuenten con protección contra los rayos UV. Los lentes sin este filtro son incluso más nocivos que la falta de anteojos, ya que dilatan la pupila y dejan el interior del ojo más vulnerable a los efectos de la radiación.
Precauciones en la nieve
El Consejo Argentino de Oftalmología advierte sobre el daño que pueden provocar los reflejos de luz solar en grandes superficies de agua o de nieve. Al practicar deportes de invierno hay que extremar las precauciones oculares, ya que la nieve refleja un gran porcentaje de luz y radiación.
Exposición a pantallas
Si bien no está demostrado que pueda provocar una enfermedad ocular, el uso de tablets, computadoras, celulares u otras pantallas puede generar molestias y fatiga visual debido a la falta de contraste, el parpadeo de la pantalla y la luz reflejada. Es común que algunos pacientes expongan síntomas como visión borrosa, ojo rojo, sensación de cuerpo extraño o incluso dolor después de exposiciones prolongadas a las pantallas. Por esto es recomendable limitar su uso, sobre todo en los más chicos.